viernes, 25 de julio de 2014

La máquina del tiempo

Estoy seguro de que todo el mundo, al igual que yo, alguna vez ha deseado tener en su propiedad la mítica máquina del tiempo. Las motivaciones son múltiples y las posibilidades, infinitas; sólo es cuestión de pensar, de dejar que la idea se impregne en la cabeza de uno y empezar a fantasear con ese hecho.

Habrá quien la utilice, por ejemplo, para visitar otras épocas. Típico, te levantas un miércoles tonto y dices: "voy a ver qué tal era el mundo en el año 722 d.C.".

Seguramente, más de uno se plantearía el avanzar una semanita, conocer los números del gran sorteo de la lotería de turno y hala, rico y a por más.

Otros, quizás como yo, trataríamos de hacer saltitos en el tiempo y corregir errores, cambiar una frase o un acto; acudir o no a un sitio, cambiar las cosas que me afectan en el día a día. Dicen que a lo hecho, pecho; que no hay que arrepentirse de los actos y todo eso, yo sólo digo una cosa: ¡Y UNA GRAN MIERDA DE CAMELLO TIERNA Y HUMEANTE!

Vamos, descarao'. Lo que sería capaz de hacer yo con la maquinita de los cojones, aunque tuviera que volver seis veces al mismo momento hasta que deje de cometer el error. Los malditos errores son los que nos construyen, hemos de aprender de ellos y corregirlos para que no nos vuelva a pasar lo mismo, pero ¿qué hay de los errores que una vez cometidos no pueden corregirse? ¿Qué haces cuando la has cagado y ya no hay vuelta de hoja? Evidentemente, 6000 kilowatios de carga y saltito al canto. Igual, cambiando un hecho de lo más simple, podríamos cambiar nuestra vida entera, no lo sé, esta entrada es carne de SciFi...


Pueso...





jueves, 24 de julio de 2014

Retomando... Cinco años después

Hace cinco años y casi dos meses desde mi última entrada en "Unas líneas". Lo dejé, no sé bien por qué. Era algo que me gustaba, en lo que me entretenía y me hacía sentir bien.

Hace cinco años de muchas cosas importantes, las que más para mí. Han sido cinco años de montaña rusa emocional y personal que no sabría juzgar todavía. Cinco años en los que me he acabado sintiendo estancado, acomodado a la situación y la verdad es que no sé si es bueno o malo. Bueno, porque de haber sido tremendamente malo habría tomado un camino a saber donde. Malo, porque las personas han de crecer, evolucionar, progresar, avanzar, madurar; llámalo como quieras.

Autoanalizándome casi me veo igual que hace cinco años, cuando estaba tan hasta la polla de tantas cosas (cuando hoy he recordado este blog y he revisado las respuestas de las últimas entradas que hice me he quedado a cuadros). Ahora podría encadenar una infinita retahila de cosas que me tocan la polla, pero bien pensado, todos tenemos lo nuestro y no he de olvidar el tono humorístico de esa entrada; quizás ahora sería más trágico, quizás en realidad no esté en el mismo punto que antes, cuente con una perspectiva que la experiencia me ha otorgado y haya podido conocer problemas de verdad.

Mientras hago esta entrada, repaso borradores inacabados o acabados que no me convencieron en su momento; después de releerlos y del paso de los años he de decir que no era todo una gran montaña de mierda, algunos tenían su puntito y todo, para mí quedaron. Mientras hago esta entrada me planteo si la acabaré, si seguiré escribiendo los próximos días, semanas, meses o años. Me digo a mi mismo que sí, que me estoy sintiendo bien escribiendo, que he pasado por varios blogs, fotologs, fa ce bucs, perfiles personales de msn y demás mierdas sociales similares y siempre he acabado soltando un mega tocho propio del rey de los palizas, pero oye, nadie obliga a que esto sea leído; de hecho siempre lo tomé como algo propio, para mí, como diría Sabina, más o menos: Yo, mí, me, conmigo...

Al final sólo me queda una conclusión, este es un blog personal; al que entre, bienvenido y, cuando no le guste, la puerta está ahí.

Espero con el paso de los días retomar esta sana costumbre, ser capaz de aportar algo más, reencontrar una identidad perdida entre el paso de los días que me haga volver a sentir bien, bien de verdad.

De momento, esto queda, no prometo nada, sólo dejo una canción.


Saludos

Álex