lunes, 16 de junio de 2008

Tropiezos

No hay remedio contra el tedio,
ni contra el baho de los cristales
cuando llueve y hace frío.

Todo casi quema tanto como un llanto;
como un beso, como un café expresso.

Es difícil contar de tres en tres restando siete,
pero se puede.
Es fácil que te vean, pero no que te miren;
que oigas, pero no que asimiles.

Así miles han pasado,
contemplando las baldosas que avanzaban por su lado.

Y es que no por andar mucho se llega más lejos.

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